Hace tres años pusimos en marcha este proyecto, el Espacio Ariadna, para atender una realidad que veíamos presente en muchas familias, la violencia filio parental. Desde entonces hemos atendido a más de 200 familias; chicos y chicas, madres y padres que viven con gran sufrimiento por una situación que se desencadena y que no saben manejar.
En este programa tratamos de acompañarles durante todo un proceso que tiene como objetivo reparar las relaciones familiares. Ofrecemos atención terapéutica, de forma individual o con toda la familia, intervención socioeducativa y acompañamiento social. Además nos coordinamos con profesionales de otros ámbitos (salud, educación o servicios sociales) que pueden apoyar el trabajo que realizamos.
Sabemos que el proceso que siguen las familias es difícil y duro, pero nuestra experiencia nos dice que las relaciones pueden reconstituirse; la violencia es la manifestación de un malestar que se puede identificar y sanar. Como profesionales, sentimos una gran satisfacción cuando vemos que estamos ayudando a los chicos y chicas, que sus familias los reconocen de nuevo y pueden relacionarse de una forma normalizada.
Algunas de estas familias quisieron colaborar con nosotros para la realización de este vídeo en el que presentamos el trabajo que hacemos. Desde aquí les damos las gracias, con su participación pueden ayudar a otras familias a buscar apoyo.
La media de edad de los jóvenes que se atienden en Espacio Ariadna se encuentra en torno a los 16 años. Sin embargo, no se puede establecer un perfil porque los rangos de edad con los que se trabaja presentan características diferentes: menores de 12 años, 13-17 años y mayores de 18 años. En cuanto al género, y siempre teniendo en cuenta la experiencia de este tiempo de FAIM, el porcentaje de chicas se ha movido a lo largo de estos tres años entre el 35 y el 48% del total mientras que la proporción de chicos ha oscilado entre el 65 y el 52%. Los problemas que acompañan a la violencia también varían; las autolesiones y los problemas asociados a la alimentación son más frecuentes en las chicas atendidas y el consumo de drogas, especialmente de cannabis, es más habitual entre los chicos.
“Las expresiones de violencia de los hijos hacia los padres son manifestaciones del malestar originado en una funcionalidad familiar compleja. De entre las 211 familias atendidas en el periodo abril 2014 – abril 2017, es relevante el número de las que vienen de situaciones monoparentalidad, procesos de adopción, y procesos de ruptura y de reconstitución de una nueva pareja. Es frecuente que sea la madre la que es agredida, y también la que hace la solicitud de atención”, explica la psicóloga del Espacio Ariadna, Nuria Guerra.